Es realmente impresionante la sabiduría y las "diosidencias" que estamos constatando al interior de los grupos de desarrollo.
¿Quién puede creer que lo que nos envuelve en cada compartir es sólo fruto del azar, de nuestra inteligencia o de nuestras competencias???? Al menos yo no me creo ese cuento. Entonces que explicación podemos darnos?
Por mi parte tengo la certeza que las personas estamos habitadas de una condición "superior", estamos dotados de una realidad espiritual que nos acerca a esa realidad de "... creados a imagen de Dios". Que pretención podría decir alguien, más yo digo que inmensidad de misterio.
Escuchando ayer a Gastón Soublete volví a sentir ese llamado urgente de entrar en esas dimensiones que nos trascienden, y que están a la mano, que han sido dadas para VIVIR en plenitud y que son, sin duda, el camino para volver a reencantar nuestra "humanidad" y entrar con ello en una nueva cultura.
Pero cuales pueden ser algunas claves, ciertas pistas, para que podamos con más conciencia direccionar ese camino?
Con humildad comparto algunas que hemos visto en DESAFIO:
+ Creer en la persona y en su condición de ser único y sagrado.
+ Ofrecer espacios de escucha y de confianza incondicional.
+ Estar siempre dispuestos a volver a iniciar el camino, con amor, paciencia, reconciliación y compasión, haciendo lo imposible por que los juicios y prejuicios de la historia no sean un freno para volver a comenzar .
+ Vivir la gratuidad y el abandono del control, del poder y de los resultados.
+ Vivir en la certeza y gratitud de un Dios, de una presencia, que todo lo abraza y contiene.
Doy fe, como persona y como DESAFIO, que estas pistas nos han permitido hacer la diferencia y hacer posible lo imposible.
Concluyo con el texto del Evangelio de hoy que dice mucho mejor lo que yo he planteado anteriormente:
Evangelio según San Mateo 11,25-27.
"En esa oportunidad, Jesús dijo: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños.
Sí, Padre, porque así lo has querido.
Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar".
miércoles, julio 18, 2007
jueves, julio 12, 2007
Crear Comunidad
En este último tiempo me he sentido muy interpelado por el sentido de COMUNIDAD. En medio de tantas pequeñeces, egoismos y desconfianzas, ¡cuan! relevante es volver al sentido de cuerpo, de familia, de comunidad.
Es cierto que en la intimidad de las conversas personales mayoritariamente estamos compartiendo ese anhelo de familia, de barrio, de país..., más no es menos cierto que en lo concreto de la vida cotidiana, en medio de la selva diaria, nos estamos destruyendo en tanta liquidación de mezquindades y egoismos.
Cada vez creo más necesario que en nuestra cultura nos atrevamos a plantar mañíos, robles, araucarias, y tantos de esos árboles que algún día fueron sembrados y que quién lo hizo nunca tuvo la pretención siquiera de ponerse bajo su sombra, lo hizo pensando e las generaciones que venían, lo hizo, tal vez en la naturalidad de creer que lo más pasajero del planeta es la persona, a pesar de que lo más trascendente sigue siendo el género humano.
Apelo por tanto a trabajar por un sentido de país, de familia, de comunidad, con una mirada de largo plazo, con altos sueños y grandes utopías, más a su vez con actos cotidianos consecuentes y muchos pequeños pasos de cercanía y de abrazos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)